El
presidente de los EEUU, Barack Obama, ha amenazado o advertido –según se mire-
al gobierno sirio de que el uso de armas químicas le haría, textualmente, “cambiar
mis cálculos” sobre el conflicto que lleva ya año y medio asolando el país de
Oriente Próximo. Estas palabras coinciden en un momento en el que los soldados
de El Asad se están recuperando. ¿Significa esto que, al igual que pasó en
Libia, la OTAN no descarta intervenir militarmente en la zona en ayuda de los
rebeldes?
“Se lo hemos dejado muy
claro al régimen de El Asad y a otros actores en la región. Para nosotros se
llegaría a un límite si empezamos a ver movimiento o uso de armas químicas. Eso
haría cambiar mis cálculos”. Barack Obama ha movido ficha en la guerra civil enSiria, la primera vez que desde marzo del año pasado comenzara con las primeras
protestas contra el régimen de El Asad. La pregunta que surge es si estas
declaraciones son el preludio de una espiral diplomática que desembocará en la
intervención de Occidente en Siria en ayuda de los rebeldes.
En caso de producirse
esta intervención, deberá hacerse inevitablemente al margen del mandato de la
ONU, ya que Rusia y China –ambos con derecho a veto- llevan meses impidiendo
que el Consejo de seguridad condene o apruebe acciones reales contra el Asad.
Sin embargo, la historia reciente demuestra que a los EEUU les importa poco
contar con mandato de Naciones Unidas para encabezar ataques: en 1999 los
bombardeos de Yugoslavia y en 2003 la invasión de Irak no contaron con la
legitimidad del Derecho internacional. Prevaleció el de las armas.
El Consejo de Seguridad de la ONU. |
El guión parece ya
establecido y muy familiar. Los medios occidentales llevan semanas alertando
sobre el supuesto peligro del uso de armas químicas –en Irak fueron de
destrucción masiva- por parte de un régimen aparentemente arrinconado y
condenado a sucumbir. Sería, advierten, un intento desesperado por vencer a los
rebeldes. Sin embargo, parece que el ejército de El Asad está recomponiendo su situación militar en Damasco y en Alepo después de los desastres de hace un
mes, entre ellos el espectacular atentado que decapitó la cúpula militar. Y
está recuperando el terreno perdido sin armas químicas.
¿Ayuda a los rebeldes?
Es precisamente en este
momento en el que El Asad está recuperándose en el plano militar que surge el
aparente peligro químico sirio y las amenazas de Obama. ¿Coincidencia? Hace tan
sólo un año y medio, casi a la par que comenzaba la insurrección en Siria, la
OTAN comenzó a apoyar desde el aire a los rebeldes de Libia que estaban siendo
derrotados poco a poco por Gadafi. Aunque esta vez legitimada por la ONU. Meses
después empresas francesas y británicas pugnaban por lucrativos contratos
petrolíferos y gasísiticos con las nuevas autoridades de Trípoli a las que
habían ayudado a llegar al poder.
Sin embargo, en Siria
la situación es bastante más sensible. Carece de materias primas, pero es geopolíticamente vital. Tiene frontera con todos los actores de Oriente Medio: Turquía, Irak, Jordania,
Líbano e Israel. Durante décadas ha sido uno de los abanderados en la lucha por
la liberación de Palestina –al menos en su discurso-, aliado de la URSS y
hostil a la hegemonía de los EEUU en la zona que ahora tienen la oportunidad de
librarse de este molesto actor. Con Sadam Hussein muerto y Jordania en buenas
relaciones con Israel, el fin del régimen de El Asad podría ser una manera de
abrir el “frente norte” de Israel.
Oriente Próximo y Medio. |
Los “nuevos cálculos
Obama” podrían pasar por que tras el fin de El Asad se establecería un gobierno
sirio que podría prescindir de su soberanía sobre los Altos del Golán –vital para
el abastecimiento de agua israelí- y dejar de apoyar a los chiíes de Hezbolá en
Líbano. Esto último sería fundamental para que Israel dejara de sentirse
amenazada por Irán y dejara de presionar para intervenir militarmente en el
país persa para impedir su programa nuclear. Militarmente no es lo mismo intervenir
en la pequeña Siria que en el inmenso Irán, y además no haría falta mandar
soldados: bastaría con armar debidamente y ofrecer cobertura aérea a los
rebeldes. Como en Libia.
Los riesgos
Pero estos cálculos
tienen un lado arriesgado. ¿Cómo reaccionarán Rusia y China? Ambas potencias ya
han advertido que “no consentirán” una acción unilateral de la OTAN en Siria al
margen de la ONU. No dicen, por supuesto, en qué consistiría su reacción, pero
no hay que olvidar que Rusia controla la energía que necesita la Unión Europea
para vivir y que China está financiando gran parte de su economía maltrecha por
la crisis. Dos argumentos de peso que deberían dar de qué penar a los
ministerios europeos.
No es que Rusia ni
China sean unos ciegos seguidores del Derecho Internacional basado en la
legitimidad de la ONU, pero es que en Siria se juegan su prestigio y algo más.
Si la OTAN ataca Siria, los EEUU entrarían en el único país de Oriente Medio en
el que carecen de influencia. Sería la conquista definitiva del tablero por
parte de los americanos que, una vez más, impondrían su voluntad a través de
las armas.
Bashar El Asad. |
En este sentido, surge
una nueva cuestión: ¿Pueden los EEUU permitirse atacar Siria? Acaban de sufrir
una derrota humillante en Irak, y en Afganistán están gestionando la siguiente.
El coste económico sería importante, por ello necesitaría de la participación
de sus socios europeos en la OTAN para dividirse en coste del ataque. Esto es
problemático por la influencia de China y Rusia en las economías europeas y,
simplemente, porque Europa no está para grandes gastos militares para favorecer
a su aliado.
A EEUU sí le interesa
intervenir porque así reforzaría su presencia en la zona, vital ante un futuro incierto con respecto a Irán: Teherán tendría un aliado menos. Y sobre todo,
para cerrar el anillo en torno al gran aliado y pieza geopolítica y económica
fundamental de los EEUU en la zona y en el mundo: Arabia Saudí. Según el New York Times, los EEUU han incrementado considerablemente su importación de
petróleo del Golfo Pérsico y se trata de protegerlo.
En EEUU llevan tiempo
preparando el escenario de una posible intervención al margen de un mandato de
la ONU. El prestigioso e importante Think Tank “Council on Foreign Relations”
ya publicó el pasado 19 de julio un artículo en el que defendía que la ONU no
debía tener el monopolio de la legitimidad internacional y que esta podía,
perfectamente, ser ejercida por la OTAN. ¿Una premonición?
Sin embargo, el
elemento que escapa del posible 'cálculo’ de Obama y que es fundamental es el
carácter de los rebeldes sirios. ¿Quiénes son? ¿Qué buscan? ¿Cómo gobernarían?
Por el momento las noticias desde los territorios controlados por ello son
contradictorias: por un lado se habla de personas que al hilo de la primavera
árabe quieren vivir en libertad y en un país democrático, pero por otro se
habla de fundamentalistas islámicos que imponen la Sharía y cometen crímenes de
guerra.
¿Este es el socio con
el que cuenta Obama para el futuro de Siria?
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