El próximo 22 de septiembre se celebran las elecciones al parlamento alemán, el Bundestag. Alemania es el país más fuerte económicamente de Europa y la crisis no la está azotando a diferencia de sus vecinos del sur. Sin embargo, los alemanes son totalmente conscientes de su existencia y por eso los partidos políticos han puesto a la crisis en el centro de sus mensajes, ya sea directa o indirectamente. La consecuencia es una campaña electoral clásica, con la economía como el principal eje discursivo. Básicamente, la coalición de gobierno CDU y FDP saca pecho por la situación económica alemana y apuesta por seguir igual que hasta ahora, mientras que la izquierda de SPD, Grüne y Linke pone el acento en el incremento de las desigualdades sociales y apuestan por un discurso basado en más justicia social. Es, en definitiva, una campaña electoral clásica entre los discursos de derecha e izquierda, lo que queda perfectamente reflejado en sus vídeos electorales.
CDU: todo gira en torno a Angela Merkel
La campaña electoral del partido gobernante, los cristianodemócratas conservadores de la CDU, gira en torno a su candidata, la canciller Angela Merkel. Ella es el pilar fundamental de la campaña porque sus estrategas son conscientes de que ha conseguido unos valores de popularidad personales muy altos con un 59% de simpatía entre el electorado, según los últimos datos del Politbarometer de la cadena de TV pública ZDF, que son 18 puntos más que el porcentaje de intención de voto que las encuestas dan a su partido, un 40% - 41%.
Las esperanzas de la CDU se basan pues en la credibilidad de la imagen de Merkel, que tras dos legislaturas en la cancillería ha logrado crear una imagen protectora y maternalista. Ella es la madre, la "Mutti", de Alemania, y en su campaña aboga porque el elector siga confiando en ella. Como aval presenta la actual situación económica alemana, que presenta como "sólida", "segura" y "predecible", todo ello clásicos valores del discurso conservador.
El vídeo electoral es un reflejo claro de ese mensaje. En el minuto y medio de duración del spot la única imagen es la de una Angela Merkel vestida de rojo que recibe a la cámara en una sala sin decoración que distraiga la mirada del espectador y sentada en un sofá, relajada, proyectando tranquilidad por la buena conciencia de su gestión. En su discurso, repite la clave de su campaña: seguridad y confianza. Ella es la madre que guía a la nación en aguas turbulentas. Por eso contrasta la situación económica de Alemania con la de otros países de su entorno y aconseja que no se busquen cambios a un camino que está demostrando ser exitoso.
Merkel alude a los típicos elementos clave del discurso conservador: nada de subida de impuestos, economía saneada, el éxito individual gracias al trabajo duro. Pero también desliza parte del discurso de sus adversarios al defender la igualdad de oportunidades y la justicia social. El vídeo finaliza con un plano de Merkel sonriendo y mirando confiada al futuro, desprendiendo seguridad y calidez, fiel a su papel de madre protectora.
El eslogan de campaña, "juntos lo conseguiremos" (gemeinsam schaffen wir es) evoca a esa imagen de gran familia unida que sería Alemania, y de su madre protectora y solvente que le guía por un mundo imprevisible y turbulento.
Es, en definitiva, la clásica campaña conservadora que la CDU ya utilizó en Alemania en los años 50 cuando su líder era Konrad Adenauer, que al igual que Merkel hoy, se presentaba como una figura paternalista y protectora. El eslogan de la CDU de entonces era "Ningún experimento" (Keine Experimente), que perfectamente podría aplicarse a la de ahora.
SPD: el ciudadano en el centro y retorno a la denuncia social
Los socialdemócratas del SPD son los aspirantes a desbancar al actual gobierno conservador. No lo tienen fácil a tenor de los datos de los sondeos, según los cuales su candidato Peer Steinbrück sólo cuenta con la simpatía directa del 30% de los electores, mientras que su partido sólo conseguiría el 26% de los votos.
Los socialdemócratas saben que no pueden derrotar a los conservadores en solitario, por lo que desde el principio han apostado por una coalición progresista con los Grünen (Verdes). Esto obliga a un discurso de claro contenido social que los diferencie de su principal rival, tratando de desmontar el discurso de Merkel y de romper su imagen de madre protectora.
Así es como el SPD ataca el mensaje de la CDU afirmando que en Alemania la economía no va bien para la mayoría de sus ciudadanos, que las diferencias sociales han aumentado y que es necesario gestionar la riqueza de la economía alemana con criterios de justicia social. Es un discurso claramente socialdemócrata y de oposición, de ataque a su rival.
El elemento central del vídeo del SPD es un atril con el lema de campaña “El NOSOTROS decide” (das
WIR entscheidet). En el minuto y 20 segundos de duración aparecen hasta trece personas de diferente tipo: hombres y mujeres de todos los tramos de edad y oficios que representan al ciudadano medio y
cuentan sus problemas. Estos abarcan la clásica denuncia social de la izquierda: los sueldos miserables, los minijobs, la necesidad de un salario
mínimo, la ayuda estatal a los bancos a costa del contribuyente, la falta de inversión
en servicios sociales, la falta de plazas de guardería para conciliar vida
familiar y laboral, el auge de la sanidad privada y las dificultades económicas de los jubilados. Al final aparece el candidato Peer Steinbrück subido al mismo atril explicando que se compromete a
que esas quejas sean escuchadas y con la promesa de una Alemania más justa en
los social.
El contraste con la campaña de Merkel no puede ser mayor. El hecho de que Steinbrück solamente sea visible durante 10 segundos de los 80 que dura el vídeo es un reflejo de la falta de confianza que inspira entre los electores, y la razón por la que los estrategas de campaña hayan apostado claramente por un discurso de contenidos y no de imagen del candidato. Eso explica también el lema de campaña, que subraya en mayúsculas la palabra NOSOTROS (WIR) tratando de conectar a las siglas y al candidato con la sociedad, contrastando esta cercanía con la actitud de superioridad de Merkel.
El SPD se presenta como el representante del pueblo y por lo tanto como su mejor defensor, apostando por una campaña de clásico perfil socialdemócrata tratando de recuperar así una credibilidad en el discurso social que había perdido desde las reformas del último canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (1998-2005).
Die Grünen: una clásica campaña de valores progresistas
Die Grünen apuestan por una campaña basada en el discurso progresista clásico. Las encuestas les dan en torno al 11% y 12% de la intención de voto, por lo que en el mejor de los casos sólo podrían acceder al Gobierno mediante una coalición con el SPD. Esto les convierte de facto en los socios menores de los socialdemócratas, realidad que no sólo no esconden para tratar de evitar el voto útil, sino que anuncian abiertamente, como por ejemplo en su web.
Die Grünen pueden presentarse como un complemento al SPD porque cuentan con un voto diferenciado al de los socialdemócratas, aunque sorprendentemente el contenido de su discurso es prácticamente calcado. Es decir, Die Grünen y SPD dicen lo mismo, pero les votan diferentes grupos sociales.
El vídeo electoral de Die Grünen es un clásico ejemplo de campaña de contenidos progresistas y ecologistas. Para empezar, lo presentan sus dos cabezas de lista, un hombre (Jürgen Trittin) y una mujer (Katrin Göring-Eckardt) en un claro mensaje de apoyo a la igualdad. El siguiente elemento identificador es una gran pastilla redonda y verde (el color corporativo) con el lema de campaña "¿Y tú?" (Und Du?), todo un desafío a las estrictas reglas de cortesía alemanas en las que lo habitual es dirigirse de usted a las personas desconocidas y en las que tutearse significa reconocer que se ha alcanzado un grado muy elevado de intimidad.
Esa es la estrategia de Die Grünen, el mensaje directo e íntimo al espectador que ve el vídeo, lo que, por otra parte sólo tiene efecto si se trata de un votante confeso de esta formación o de una persona susceptible de convertirse en ello. Es decir, no es un mensaje apto para una gran masa de votantes, se trata más bien de movilizar a su propio electorado y a sus simpatizantes.
Y para ello utiliza un discurso de contenido claramente progresista. En el vídeo los candidatos empujan la pastilla verde que, acompañada de una música optimista, va rodando por diferentes escenarios en los que se van explicando las propuestas: más plazas de escuela infantil, apuesta por la energía renovable, políticas de apoyo a las familias y a los mayores y apoyo a una agricultura ecológica.
Curiosamente, al final del vídeo Die Grünen hacen una llamada al voto de la Zweitstimme, es decir, al segundo voto que tiene cada votante. En el sistema electoral alemán cada votante tiene dos votos: un voto directo a un candidato que se presenta por su circunscripción electoral (Erststimme) y un segundo voto (Zweitstimme) a una lista cerrada de candidatos a nivel de cada Land. Con esto tratan de concentrar el voto de sus seguidores en una opción y posibilitar así que puedan votar a SPD con su voto directo, demostrando así su compromiso con la coalición rojiverde. La petición de voto a una lista concreta es el principal elemento que nos revela que Die Grünen no es un partido de masas como CDU y SPD, que no hacen distinción en las listas en su petición de voto.
FDP: para que todo siga igual
La FDP es el partido que sostiene el actual Gobierno de Angela Merkel. Este pequeño partido liberal es desde los años 80 el socio por definición de la CDU y todo un ejemplo de partido bisagra que, a pesar de su tamaño, cuenta con una dilatada experiencia en el poder.
Tiene un electorado no muy numeroso pero históricamente fiel entre las clases sociales adineradas y los profesionales cualificados. En Alemania se le conoce como el partido de "los que mejor ganan" (Besserverdiener). Sin embargo, en esta campaña electoral la FDP se encuentra con un grave problema: según los sondeos no está asegurada su presencia en la próxima legislatura del Bundestag. La ley electoral alemana sólo permite la representación parlamentaria a los partidos que superen el 5% de los votos, y desde hace meses las encuestas no remontan. La FDP se encuentra hoy con una intención de voto del 5% y el 6%, lo que hace que se enciendan todas las alarmas en la formación, y también entre su socio de la CDU.
Precisamente su pertenencia al Gobierno de Merkel y su participación en la buena situación económica de Alemania es el mensaje fundamental de la campaña electoral de la FDP y queda perfectamente reflejado en su eslogan: "Sólo con nosotros" (Nur mit uns).
El vídeo electoral del FDP comienza precisamente con una serie de imágenes urbanas, actividad económica y personas trabajando con una voz en off que explica el número de trabajadores que han encontrado empleo y los incrementos en las cifras de exportación. Son números de un éxito económico que la voz remata con un contundente "A Alemania le va bien" (Deutschland geht es gut). Inmediatamente después aparece el candidato, Reiner Brüderle, sentado en una cafetería, desayunando y leyendo el periódico. Brüderle, vestido con una llamativa corbata amarilla que es su color corporativo, toma el relevo de la voz y afirma "y deseo que también le vaya bien a usted". Le siguen más imágenes de personas trabajando y de actividad productiva y entonces comienza el discurso del candidato.
Durante el minuto restante del spot Brüderle realiza un discurso en el que advierte a los electores sobre los supuestos riesgos de una coalición entre SPD, Die Grünen y Die Linke (rojo-rojo-verde), y avisa sobre posibles subidas de impuestos, ineficacia en la gestión, despilfarro y supuestos ataques a la libertad personal en caso de que gane la izquierda. El spot es contundente. Al final la voz dice al elector que "si quiere otros cuatro años buenos eso sólo es posible con nosotros" (nur mit uns, el lema de campaña) y finaliza afirmando que con el FDP Alemania seguirá fuerte (Damit Deutschland stark bleibt).
El discurso del vídeo refleja perfectamente el discurso del FDP y su temor a no conseguir el 5% necesario para entrar en el parlamento y permitir así una victoria de la izquierda. Por eso apuesta por la movilización de su electorado, e incluso sugiere el apoyo de los votantes de la CDU, de ahí la idea fuerza de que hay que votar FDP para que nada cambie.
Por eso, si el discurso de Die Grünen era intercambiable con el de la SPD para facilitar el intercambio de votos entre sus electores, el discurso de la FDP es perfectamente homologable al de sus socios mayoritarios en el Gobierno: economía eficaz, fuerza, seguridad, empleo, libertad individual, etc,... La prueba de que la FDP pide el voto encubierto a los electores de la CDU es que -al igual que Die Grünen con respecto a la SPD y por el mismo motivo- también se centra en pedir el segundo voto (Zweitstimme), es decir el voto a las listas cerradas, en detrimento al voto a los candidatos directos que serían para los de la CDU.
Die Linke: los marginados defienden a las víctimas del sistema
Finalmente Die Linke (La Izquierda) es el quinto partido en liza para conseguir representación en el Bundestag. Los sondeos le dan a esta formación una intención de voto entre el 8% y el 9%, lo que en caso de que la FDP no consiguiera entrar, abriría teóricamente la posibilidad de un gobierno de izquierdas en Alemania.
Sin embargo, Die Linke públicamente no juega con esa idea. A diferencia de Die Grünen, que apuestan directamente por la coalición con el SPD, Die Linke hace una campaña autónoma y basada fundamentalmente en la denuncia del sistema político y económico alemán, una denuncia que no sólo se refiere a la actual coalición de Gobierno CDU-FDP, sino que también incluye a SPD y Die Grünen.
Esta formación de izquierdas, nacida tras la caída del Muro de Berlín con militantes ex comunistas de la antigua Alemania oriental y a los que hace algunos años se han unido sindicalistas y socialdemócratas decepcionados de la zona oeste del país, es la gran contestataria entre los partidos con representación parlamentaria. Ningún partido le reconoce plenamente una capacidad democrática y una madurez institucional para estar en el Bundestag, incluido el SPD y die Grünen, lo que coloca a Die Linke en la posición del marginado del sistema que puede permitirse criticarlo todo.
Precisamente este es el papel que juega: el del antisistema marginado que defiende a las víctimas del sistema político y económico. El vídeo comienza con una joven explicando los problemas que sufre derivados de la precariedad laboral, pero en medio de su discurso le callan la boca. Le sigue un hombre mayor que se queja de las injusticias en el sistema de pensiones hasta que también es silenciado. Después es el turno de una madre joven que denuncia la falta de posibilidades para poder conciliar vida familiar y laboral mientras vigila a su hijo pequeño que se escapa. El siguiente es un médico también joven que critica las diferencias entre la sanidad privada y la pública hasta que le hacen callar. La imagen vuelve a la joven del principio que pide una sociedad más humana y justa hasta que, otra vez, es interrumpida.
Por último le sigue una imagen con el logo del partido y tres mensajes seguidos: "Para que tomen en serio sus problemas" (Damit Ihre Probleme ernst genommen werden), "hacemos presión para una política social" (Wir machen Druck für eine soziale Politik), "y no sólo durante la campaña electoral" (Und das nicht nur im Wahlkampf), como una clara señal de diferenciación con el resto de partidos a los que se acusa así de acordarse de los ciudadanos solamente cuando hay elecciones.
El vídeo de Die Linke es diferente al del resto de partidos. Para empezar, Die Linke no pide el voto a un candidato concreto, de hecho no aparece ninguno ni se nombra a nadie. Se presenta como una organización que denuncia los problemas de los votantes. Y también se diferencia en ese mensaje, que en realidad es doble. El primer mensaje es una denuncia típica de izquierdas sobre la situación de los jóvenes, mayores y sobre la situación de los servicios públicos. Es muy parecida al mensaje de SPD y Die Grünen, que atacan así el relato de la Alemania triunfante y económicamente fuerte que vende Angela Merkel. Sin embargo, mientras hace una denuncia sobre las desigualdades sociales, a la vez también hace una denuncia sobre el presunto déficit democrático del sistema político alemán. Según el mensaje del vídeo, el ciudadano medio es silenciado en sus críticas al sistema y no es tomado en serio por los demás partidos que ignoran sus problemas porque defienden otros intereses.
Die Linke transmite así un mensaje de organización que da voz a los sin voz, y trata de convertir la sistemática marginación institucional y política a la que está sometida por los demás partidos en una ventaja, ya que así demuestra que no es parte de un establishment que trabaja en contra de los intereses del ciudadano medio. Es decir, Die Linke se presenta como un partido que comprende y da voz a los sin voz.
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