domingo, 14 de julio de 2013

EL GIRO DE BÁRCENAS

“Un acto de lealtad”. Así explicó Luis Bárcenas al periodista Pedro J. Ramírez su desmentido el pasado mes de enero en el que rechazaba haber pagado sobresueldos a altos cargos del PP y desligaba a su partido del escándalo en el que estaba implicado. Seis meses después el ex gerente y ex tesorero popular amenaza con “tirar de la manta”.
- Publicado en MBC Times.

Luis Bárcenas está hablando. El artículo “Cuatro horas con Bárcenas”, firmado por el director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, y publicado el pasado 7 de julio, es el fruto de una conversación entre el ex tesorero y ex gerente del PP y el periodista días antes de que Bárcenas ingresara en prisión. En él se describe cómo aceptaba sobornos de empresarios junto al que fue tesorero del PP antes que él, Álvaro Lapuerta:

“El dinero se entregaba en bolsas, maletines o maletas en el despacho del tesorero Álvaro Lapuerta en la calle Génova y en presencia de Bárcenas, en calidad de gerente. Ambos contaban los billetes y los metían en la caja fuerte, bromeando a menudo sobre si se fiaban el uno del otro o no. 

Cuando el donante abandonaba el despacho, Lapuerta extraía de la cartera de mano una tarjeta de visita y en el reverso escribía con letra diminuta el nombre y la cuantía de la entrega. Bárcenas hacía otro tanto en un libro de caja con sus correspondientes renglones. Periódicamente Lapuerta cotejaba las ajadas tarjetas que siempre llevaba encima con las anotaciones de Bárcenas y, al hallarlas conformes, las certificaba con el correspondiente visé en el margen. 

Al día siguiente de la entrega o como mucho durante la semana posterior Lapuerta llamaba al ministro, secretario de Estado, presidente, consejero autonómico, alcalde o concejal competente en el asunto que afectaba al donante. Según Bárcenas, siempre recurría a la misma literalidad: “¿Qué tal? Soy Álvaro Lapuerta. Te va a llamar fulanito. Tengo interés en que lo recibas. No conozco el tema del que te va a hablar. Sólo te pido que seas amable y te tomes un café con él”. Todos sabían que era el tesorero el que llamaba”.

Esta descripción del modus operandi en el seno de la tesorería del PP que le hizo Bárcenas a Pedro J. Ramírez estalló como una bomba. En la misma pieza periodística se afirma que el dinero recaudado de esta manera irregular, y cuya justificación legal era imposible, se ingresaba en las cuentas bancarias del partido, y parte se destinaba a pagar en negro el sobrecoste de las campañas electorales para eludir la fiscalización del Tribunal de Cuentas y otra parte se quedaba en la caja fuerte y era utilizado para «otros fines»”.

Esta es la clave del escándalo. Esos “otros fines” presuntamente incluían el pago de sobresueldos a altos cargos del PP con el dinero de los sobornos.  Queda reflejado en una serie de documentos en los que Bárcenas habría plasmado de su puño y letra la contabilidad oculta del PP: a quién se daba un sobresueldo y cuanto dinero recibía. Estos llamados ‘Papeles de Bárcenas’ fueron publicados por el diario El País en enero junto a la noticia de que el ex tesorero del PP había llegado a amasar una fortuna impresionante de origen más que sospechoso en un banco suizo.

Desde la información de los sobresueldos ya no se trataba de un caso de corrupción personal. A partir de ese momento se sabía que no hay prácticamente ni un solo dirigente del PP que no esté implicado en este escándalo que puede tener unas consecuencias políticas insospechadas, ya que también afectaría al mismo presidente del Gobierno Mariano Rajoy cuando era ministro en el Gobierno de José María Aznar. Al parecer también se benefició de estos sobresueldos pagados con dinero procedente de los sobornos de los empresarios al PP para ser favorecidos en sus negocios.

Esto es lo que se ha conocido en los últimos días gracias al testimonio del ex tesorero del PP. Sin embargo, hace medio año Bárcenas todavía desmentía todas las informaciones que lo situaban en el centro de una trama corrupta que salpicaba a todo el partido. Su objetivo era salvar la cara a sus ex compañeros del PP y al partido en el que había trabajado durante 30 años, “un acto de lealtad”.


Bárcenas el “leal”
La agencia EFE informó en un teletipo el pasado 23 de enero que “El ex tesorero del PP Luis Bárcenas ha asegurado que nunca ha pagado sobresueldos a miembros de la cúpula del partido y ha pedido que no se implique a esta fuerza política en las cuentas que él ha mantenido en Suiza”. El teletipo, que fue recogido por los principales medios de comunicación, continuaba ofreciendo las declaraciones de Bárcenas que insistía en que “nunca se ha pagado con recibos a dirigentes populares, ni se han firmado "recibís".
  

Una semana después, Bárcenas anunció una querella contra el diario El País, que había publicado los papeles que presuntamente probaban la existencia de una caja B en el PP administrada por él. En un comunicado distribuido ese día, Bárcenas afirmó que "jamás en los muchos años de servicio que tuve el honor de desempeñar en el Partido Popular consentí, auspicié ni ejecuté actuación alguna que pudiera suponer un incumplimiento de la Ley ni de los estrictos principios éticos del Partido". 

Bárcenas mantuvo esta versión ante el juez Pablo Ruz que investiga el caso y al que mintió indicando la falsedad de los papeles y negando que fueran suyos. Como le relató más tarde a Pedro J. Ramírez, incluso llegó a falsificar su propia letra en la prueba caligráfica a la que fue sometido para comprobar la autoría de los papeles manuscritos con la contabilidad B del PP. No quería que reconocieran su letra.

Los papeles son falsos, no hay sobresueldos provenientes de dinero de sobornos. No hay escándalo y los millones en Suiza son fruto de su pericia en los negocios. Este era el mensaje oficial de Luis Bárcenas y el que el PP repetía hasta la saciedad.

Bárcenas estaba en línea con el PP, que, como se denunció poco después, aún le mantuvo secretamente en nómina de unos 21.000 euros brutos al mes hasta enero de 2013 y con un despacho en la sede central de la Calle Génova, a pesar de que ya no tenía cargo orgánico alguno desde julio de 2009. Cuando se supo, la secretaria general del PP y presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, tuvo que dar entonces explicaciones a la prensa sobre la famosa y bochornosa “indemnización en diferido”.

El PP mantenía y cubría las espaldas de Bárcenas, y éste correspondía con su silencio y disciplina. “Un acto de lealtad” del ex tesorero del PP, como se lo explicó meses después a Pedro J. Ramírez. Una lealtad que duró hasta que entró en prisión el pasado 27 de junio.


Bárcenas el “traidor”
El 10 de julio todo había cambiado. El abogado Miguel Durán, letrado de Pablo Crespo, ex secretario de organización del PP de Galicia e imputado por el caso Gürtel, visitó al ex tesorero del PP en la cárcel y afirmó que “Bárcenas se ha ratificado en todas las acusaciones y tiene suficiente información para hacer caer al Gobierno actual. El motivo por el que no lo dijo cuando declaró ante el juez es que ha estado muy presionado a la hora de ratificar los papeles. En la cárcel, está entristecido, cabreado, pero no lo vi deprimido. Se siente maltratado por su gente”.

¿Qué ha ocurrido? Los papeles que hace medio año Bárcenas calificó de falsos y por los que se querelló contra El País, ahora los reconoce como suyos y verdaderos. Eso sí, esta recuperación repentina de la memoria la hace a través de El Mundo, la herramienta periodística que ha elegido para ejercer su venganza. La entrevista concedida a Pedro J. Ramírez se antoja sólo el principio. Bárcenas no se muerde la lengua y ya ha destapado públicamente algún episodio comprometedor en el que el presidente del Gobierno estaría involucrado.

El director de El Mundo describe en su artículo una reunión entre Bárcenas y Javier Arenas en la que habría estado presente el propio Mariano Rajoy: Ante el estupor de Arenas y Rajoy, Bárcenas describió entonces el cobro de una comisión de 200.000 euros por encargo del PP de Castilla-La Mancha a cambio de la adjudicación de una contrata municipal en Toledo a una empresa de construcción y servicios cuyo polémico presidente aparece en la lista de donantes del partido. Cuando Bárcenas les mostró documentos acreditativos de la operación, Rajoy se echó literalmente las manos a la cabeza y –siempre según los recuerdos del ex tesorero– exclamó: «¡Por Dios, Luis, cómo puedes tener estos papeles!»”. 


Se estrecha el cerco a Rajoy
El objetivo de Bárcenas es el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, al que señala como uno de los beneficiario del escándalo de los sobresueldos y conocedor de las irregularidades y sobornos en el entorno del PP. Se siente traicionado por él y le está presionando para conseguir un trato favorable que le evite una condena. ¿Qué consecuencias políticas tendrá este escándalo?


El cerco que está tejiendo Bárcenas en torno a Rajoy comienza a estrecharse mientras las reacciones de los antiguos compañeros del ex tesorero no se han dejado esperar. María Dolores de Cospedal, por ejemplo, ha anunciado que los abogados del partido "ya tienen encomendado el ejercicio de acciones judiciales" contra Bárcenas por calumnias. Los miembros del Gobierno apoyan públicamente a su presidente mientras el propio Rajoy guarda silencio.

 

No hay desbandada ni sálvese quien pueda en las filas conservadoras excepto por parte de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre. Como si ella nunca hubiera estado salpicada por casos de corrupción y de financiación ilegal como los casos Gürtel o Fundescam, exige a Rajoy que “si ha habido irregularidades hay que reconocerlas”. Un disparo a la línea de flotación del argumentario oficial que en el cuartel general del PP en Génova han respondido con la misma fuerza: “A lo mejor se refiere al PP de Madrid”. La guerra entre sectores enfrentados en el partido ha comenzado. No hay tregua y Aguirre quiere aprovechar la debilidad de su contrincante. Rajoy tiene un poderoso enemigo interno que debilita su defensa. Pero no es lo único que se empieza a desmoronar en la estructura de su defensa.  

Mientras, en la sede de Génova se insiste en desmentir la existencia de una caja B y el origen ilegal del dinero de los sobresueldos a altos cargos del partido. El argumento es que el Tribunal de Cuentas no habría detectado nada irregular. Sin embargo, este tribunal solamente fiscaliza la documentación que se le entrega voluntariamente. ¿Y desde cuándo se entrega voluntariamente las pruebas de una caja B ilegal? Además, hay que tener en cuenta que los miembros del Tribunal de Cuentas son nombrados por los partidos políticos en función de su mayoría en el Congreso, por lo que el PP controla este organismo gracias a su mayoría absoluta.

¿Es el Tribunal de Cuentas el organismo más indicado para investigar este escándalo de manera objetiva? Para el PP sí hasta que chocó con los repentinos avances de la investigación judicial. Bárcenas reconoce que sí existe una “caja B” y pocos días después un informe de una unidad de la Intervención General del Estado adscrita a la Fiscalía Anticorrupción acredita que efectivamente existe una contabilidad B en el PP. ¿Casualidad?


¿Qué puede temer Rajoy?
Este es el escenario al que se enfrenta Rajoy: Un partido dividido y una oposición interna mordaz, una investigación oficial que avanza imparable y paralela a las instituciones controladas por el PP, y un ex tesorero con gran cantidad de información muy comprometedora que se siente traicionado y amenaza con morir matando.


Sin embargo, el PP mantiene una actitud desafiante. El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, afirmó en una entrevista en RNE un día después de que El Mundo publicara la entrevista a Bárcenas que "lo que tenga que decir, lo diga en los tribunales" porque el PP "no tiene miedo de que tire de la manta". "Bárcenas está en prisión por mentir al juez, al fiscal y a Hacienda. Durante mucho tiempo mintió al partido y a los dirigentes del partido amasando una fortuna cuyo origen se desconoce, mientras ostentaba un cargo de enorme responsabilidad. Espero que lo esclarezcan los tribunales. A mi Bárcenas me ha engañado, defraudado, me ha llenado de vergüenza y a la mayoría de los militantes del PP también". Todo un desafío al ex tesorero que seguramente servirá para echar más leña al fuego.

¿Qué puede contar Bárcenas? Pablo Crespo, ex secretario de organización del PP de Galicia, afirmó en una entrevista al periódico La Opinión de la Coruña que “Me consta que hay dirigentes muy nerviosos porque se han puesto muy estupendos hablando de la corrupción, pero que tire la primera piedra el que esté libre de pecado”.

Crespo debe saberlo bien. Se le imputa ser el “número dos” de la trama Gürtel, una red de corrupción que presuntamente se aprovechaba del gobierno del PP en determinadas comunidades autónomas (sobre todo en Madrid y en Valencia) para enriquecerse a base de contratos públicos amañados. Parte de ese dinero habría recaído en las arcas del PP para pagar actos públicos y campañas electorales. Uno de los nombres que apareció en la investigación de este caso –que comenzó el juez Garzón antes de ser expulsado de la magistratura- es el de Luis Bárcenas.

¿Va el caso Bárcenas mucho más allá del simple enriquecimiento personal del ex tesorero? ¿Se aprovecharon los dirigentes del PP para llenarse los bolsillos? Pero parece que este caso es mucho más que un simple ejercicio de latrocinio. ¿Pagó el PP sus campañas electorales con dinero negro? ¿Ese dinero provenía de sobornos como le ha revelado Bárcenas a El Mundo? Y si fuera así, ¿qué empresarios sobornaron al PP y, sobre todo, qué consiguieron a cambio?


Luis Bárcenas tiene la clave para destapar lo que podría ser todo un sistema de financiación ilegal y de clientelismo del PP a costa de las instituciones públicas. Un escándalo sin precedentes que afectaría al partido en el gobierno y con el mayor poder institucional en la historia de la democracia reciente en España. Rajoy tiene razones para sentirse preocupado. Pero a Bárcenas sólo le mueve salvar su pellejo.   

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