martes, 5 de febrero de 2013

EL SECRETO DEL ÉXITO DE UPyD: EL MARCO DE “TODOS LOS POLÍTICOS SON CORRUPTOS”


Estos días resulta difícil para los políticos reconocer públicamente su condición. El ‘caso Bárcenas’ es un terremoto que está sacudiendo el sistema de partidos de España y golpeando seriamente la reputación de los representantes públicos, ya muy maltrecha por la crisis. Se ha impuesto el marco de “todos son unos ladrones”. Pero no todos los políticos lo sufren por igual. Según las encuestas de Metroscopia para El País y de GESOP para El Periódico publicadas el pasado 3 de febrero, el PP se desploma, el PSOE se mantiene igual y UPyD sube como la espuma.

 
Según Metroscopia (que basa sus datos partiendo de una participación del 53%, de la más baja registrada) el PP baja en febrero a un 23,9% de intención de voto, colocándose prácticamente igual que el PSOE al que machacó en las elecciones generales de noviembre de 2011 con casi cuatro millones de votos de diferencia. Según la encuesta de GESOP, este desplome del PP se traduciría en la pérdida de 50 escaños en el Congreso.

 
La bajada del PP fue especialmente acuciante en el mes de enero, durante el cual se ha escenificado el ‘caso Bárcenas’, y del que en apariencia el PSOE no sale perjudicado -ya que mantiene la misma intención de voto en torno al 23%- pero del que tampoco se beneficia. Es la ruptura del llamado ‘balancín electoral’ ya anunciada hace meses.
 

Barómetro de GESOP.


Encuesta de Metroscopia.


 
Si hay un gran vencedor de esta crisis este es UPyD. Según Metroscopia, en enero su intención de voto subió en un 3,5%, pasando del 10,1% al 13,6% actual. Es una subida espectacular en sólo un mes que confirma una tendencia ascendente y que, según GESOP, podría hoy proporcionarle a esta formación entre 23 y 26 diputados en el Congreso donde ahora sólo tiene cinco. Además, su líder Rosa Díez es la mejor valorada de los dirigentes políticos, según Metroscopia.


A por los ‘engañados’

Las causas de este ascenso son muchas y variadas. Por un lado, una vez nutrido de votantes del PSOE desencantados durante las elecciones de 2011, UPyD se está centrando ahora en captar a votantes del PP enfadados, muchos de los cuales apostaron por la derecha en 2011 decepcionados con la gestión de Zapatero y que ahora se sienten a su vez engañados por Rajoy. Son votantes que desconfían de los dos grandes partidos de los que se sienten defraudados.  


En su estrategia de captación de votos desencantados UPyD tiene un objetivo claro: los airados. Manuel Castells explica en su libro Comunicación y Poder que los sentimientos son fundamentales para explicar la toma de partido por parte de la opinión pública. En un contexto de crisis, los sentimientos más presentes son la ira y el miedo causado por la angustia y la incertidumbre. Explica Castells que “incluso en una crisis económica, lo que organiza el pensamiento y la práctica política de la gente es la respuesta emocional personal y no un cálculo razonado sobre cómo responder mejor a una crisis”.   


UPyD lo sabe y basa su discurso en los asuntos que más ira despiertan entre el electorado: el ataque a la llamada “clase política”, a sus privilegios, y a la corrupción. No se centran en los asuntos que mayor miedo provocan, como el desempleo. Por lo tanto no proponen planes de empleo o proyectos de cómo salir de la crisis. Saben que no lo necesitan. Según Castells, el público busca confirmar sus sentimientos, no información: “Las personas suelen recordar mejor la información que confirma los resultados u objetivos que desean”. Por eso UPyD sólo se centra en la ira que siente la opinión pública. Y esa estrategia funciona.


Un marco ‘antisistema’: “los políticos son unos ladrones”

UPyD es el gran beneficiario del marco actualmente en boga: “Todos los políticos son unos corruptos”, un proceso que es, al fin y al cabo, mental. Manuel Castells explica así el protagonismo de la mente en la teoría de marcos del científico George Lakoff: “Los marcos son redes neuronales de asociación (…). Enmarcar significa activar redes neuronales”. Estos marcos se nutren de imágenes y discursos que asociamos previamente y que situamos juntos en un mapa mental. Es decir, son las imágenes que asociamos y sumamos inconscientemente hasta crear un marco.


Por ejemplo, durante años los marcos clásicos en política eran el de la justicia social en la izquierda o el de la buena gestión económica en la derecha. Teníamos en mente que si algún partido iba a tender a buscar la igualdad serían los de izquierda, y que si alguien iba a bajar impuestos sería la derecha. Ahora ambos marcos están siendo derrotados por el de “los políticos son unos ladrones” y que afecta tanto a PSOE como a PP.   


El proceso hasta llegar a asociar a “los políticos” con la corrupción y el despilfarro comenzó hace tiempo, pero explotó con el 15 M en 2011. Evidentemente se creó al margen de las élites políticas, pero sorprendentemente gracias a la inestimable  colaboración de los medios de comunicación tradicionales y sustentados por los grandes grupos mediáticos. No en vano, como dice Castells, “los medios de comunicación son el espacio donde se crea el poder”.


En concreto, los medios adscritos a la izquierda fueron los que primero “dignificaron” estas protestas en la Puerta del Sol. Hace unos años, una protesta contra el sistema político hubiera sido marginal y marginada por estos medios. Hoy cuenta con la cobertura en directo no sólo de los medios de autocomunicación de masas en internet (medios alternativos, blogs, vídeos, redes sociales), sino con la presencia de cámaras de televisión que contribuyen a situarlas en la agenda, a convertirlas en legítimas y en multiplicar así el número de asistentes gracias a un efecto llamada: una manifestación que sale en la tele y de la que se habla bien sólo puede ser buena.


¿Por qué apoyan estos medios de comunicación a estas movilizaciones? La lucha entre el Grupo Prisa y Mediapro –ahora el Grupo Planeta- sería fundamental para comprenderlo. El País y la Cadena Ser por un lado, y La Sexta (y antes Público) por el otro, pugnan por el mismo perfil de audiencia. Y en su lucha hacen lo mismo que UPyD: se dirigen a los airados y tratan de confirmar sus creencias en las noticias que publican. Así, las noticias que tienen preferencia son siempre aquellas que sirven para fortalecer el marco de que los “políticos son unos ladrones”. Es la pescadilla que se muerde la cola.


Paradójicamente el mayor beneficiario de la construcción de este marco, UPyD, se sitúa al margen del circuito de estos medios más activos en la retransmisión de las protestas y de las organizaciones que las convocan. UPyD rompe la ley de “lo que no sale en los medios no existe”. Sus dirigentes no fueron a la Puerta del Sol el 15 M, no rodearon el Congreso y no van a Génova a manifestarse. Pero sí están en las mismas instituciones que se critican tan ferozmente y aún así cosechan los beneficios de  estos actos de protesta.

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