Michelle Bachelet, la ex presidenta socialista de Chile, quiere volver a serlo el próximo mes de noviembre. Se presentó a las primarias de su partido y arrasó el pasado mes de julio. Y es que su mensaje es muy efectivo, casi arrollador: apuesta por la emoción. Siguiendo con los posts dedicados a vídeos políticos, muestro algunos ejemplos que creo representativos del mensaje de esta política chilena.
Sus vídeos electorales son muchos y variados, pero todos tienen un punto en común: mover al electorado hacia el terreno de los sentimientos. No es casualidad que apele al corazón. Aspira a que al espectador se le pongan los pelos se ponen de punta, un recurso bastante más eficaz para convencer que la mera argumentación racional. Niños humildes con la banda presidencial, diferentes rostros con las gafas de Salvador Allende y personas de toda condición hablando sobre un futuro próspero en común. No importa lo que digan, sino cómo lo dicen.
Como tampoco es casualidad que en sus vídeos Bachelet aparezca poco. Cede su espacio a la gente, mucha y de todo tipo. Esa es la segunda parte de su mensaje: ella es la voz del pueblo, uno más que gobernará para todos, un mensaje muy potente en un país todavía muy marcado por la terrible dictadura de Pinochet. Es el mensaje principal de dos de sus vídeos, el que utilizó en su campaña presidencial de 2005 con el lema "Estoy contigo" y el de las recientes primarias del pasado mes de julio ("Yo quiero Chile").
En vez de seguir escribiendo, recomiendo echarle un vistazo a estos vídeos y, por qué no, alguna lagrimilla de emoción. Espero que los disfrutéis y tened en cuenta que:
"La gente olvidará lo que dices,olvidará lo que haces,pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir." Maya Angelou.
Un buen vídeo electoral va mucho más allá de su objetivo propiamente dicho, captar votos. Quiere influir en el estado de opinión pública mediante la conjunción inteligente de unas imágenes evocadoras con un discurso potente. De la suma de ambos elementos nace un sentimiento que acompañará al protagonista más allá de su paso por las urnas y marcará su carrera política. Son vídeos que no sólo pidieron el voto, también crearon marca.
A continuación presento tres vídeos electorales que considero paradigmáticos. En el Laboratorio Electoral del PSOE, celebrado hace una semana, fueron utilizados como ejemplos de lo que hay que hacer por Pablo Pombo, experto en campañas. Le tomo prestada la idea y la admiración por estos tres casos de lo que un vídeo electoral debe ser para pedir al ciudadano algo más que su voto.
Barack Obama, "Yes we can", 2008
Un ejemplo de cómo convertir un discurso político en un sentimiento. Un clásico de Martin Luther King es transformado en una canción con imágenes potentes de un Obama que aspira al liderazgo moral y no sólo político, acompañado de las estrellas mediáticas y creadores de opinión del momento. Es el vídeo estrella de la mejor campaña electoral de la historia y del eslogan de campaña más completo hasta el momento: "Yes we can". La imagen de Obama y buena parte de su liderazgo todavía viven del sentimiento nacido entonces.
Ronald Reagan, "It's morning in America", 1984
Al ver este vídeo te entran ganas de votar a los republicanos. No extraña que Reagan machacara a su rival y ganara en todos los estados (menos en uno) en lo que fue una victoria histórica. Este vídeo es el mejor ejemplo de cómo contar un programa político y una declaración de intenciones en sólo un minuto: convenció a millones de estadounidenses de que su país era una superpotencia y recuperó un sentimiento de superioridad perdido tras las crisis de los años 70 (Vietnam, las protestas del movimiento estudiantil, la crisis del petróleo, etc.). Supo relacionar a la figura de Reagan con ese nuevo optimismo y autoconfianza de los EEUU en los años 80, lo que no tuvo poca importancia en el desenlace de la guerra fría. Un muy buen trabajo que también ha perdurado en el tiempo.
Patxi López (PSOE) "Gracias de todo corazón", 2009
Por último un 'producto nacional' de primera calidad. Tanto por su edición como, sobre todo, por el mensaje. Es un vídeo electoral que directamente no pide el voto, ya que se emitió justo después de terminar las elecciones en Euskadi en 2009. Su objetivo es otro: afianzar un sentimiento de optimismo y lealtad mediante un mensaje corto y claro: gracias. A través de este vídeo, Patxi López inaugura un nuevo tiempo en el País Vasco y comienza bajándose del pedestal del héroe que acaba de conseguir una victoria electoral histórica contra el hasta entonces todopoderoso PNV, y se coloca a la misma altura de su equipo y de la sociedad que le ha elegido. Todo un ejemplo de cómo crear una imagen y una firma personal a través de un vídeo político. No os perdáis el final. Todo sentimiento.