miércoles, 2 de noviembre de 2011

20 –N, ¿UNAS ELECCIONES PREDECIBLES?

En menos de tres semanas se celebraran las elecciones al Congreso y Senado, unos comicios cuyos resultados se antojan bastante predecibles con una amplia victoria del Partido Popular, según reflejan las encuestas publicadas por los medios de comunicación. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha electoral se están sucediendo una serie de hechos y acontecimientos que podrían influir en el voto y en su resultado final. Por ejemplo, la reactivación o reaparición del movimiento 15-M, que el pasado 15 de octubre enseñó músculo con la presencia de decenas de miles de ciudadanos en la calle. Otro hito que tendrá consecuencias electorales es, por supuesto, el cese de actividad de ETA. Ambas variables se presentan a los electores con el gran telón de fondo de la crisis económica.

La crisis es y será, sin duda, la gran protagonista de la campaña electoral y del 20-N. Los datos económicos de España son malos, la tasa de paro es de las más altas de Europa y las diferentes medidas tomadas tanto por el Gobierno como por la UE a nivel regional no están dando resultado. La sociedad está cansada de la falta de resultados en la gestión anticrisis –habría que discutir si el Gobierno o cualquier gobierno podrían hacer algo realmente eficaz- lo que está dañando muy seriamente la imagen y la precepción que se tiene de la clase política y de las instituciones públicas.

15-M, un movimiento “emocional”
La consecuencia más inmediata es el surgimiento y la estabilidad del movimiento 15-M, un movimiento absolutamente heterogéneo cuyos integrantes –en realidad cualquiera que salga a la calle a manifestarse- solamente comparten las denuncias y las quejas contra la gestión de la crisis por parte de los representantes públicos. Como ha dicho el científico social Zygmunt Bauman, “el 15-M es emocional”, es decir, se rige más por instinto y por las emociones que por una organización o ideología.

Las miles de personas que salieron a la calle en las diferentes movilizaciones lo hicieron cada una por un motivo personal que, como ya he señalado, solamente coincide con un gran punto común, que es la denuncia de la mala gestión de la crisis y el peligro que corre el estado social en Europa. Más allá cada colectivo trata de capitalizar la marca 15-M para realizar sus acciones y defender sus proyectos. Esto va desde la ocupación de inmuebles abandonados para su “uso social”, hasta el intento por parte de partidos pequeños de tratar de aprovechar la marca para ganar votos.

En las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo la formación que más ventaja sacó de esta estrategia fue el partido UPyD, sobre todo en la Comunidad de Madrid, en cuya asamblea regional ha conseguido formar un grupo parlamentario y en el ayuntamiento de la capital, donde también cuenta con un grupo municipal propio.

Cabe preguntarse si el 15-M también influirá en las elecciones del 20-N, y si es así, cómo lo hará. Seguramente su influencia en el arco parlamentario se notará en el incremento o no de diputados de las pequeñas formaciones como IU o UPyD, que aspiran a recoger papeletas de los votantes más irritados con los grandes partidos. También habrá que vigilar de cerca la evolución de Equo, una formación muy interesante que trata de aglutinar el movimiento ecologista en España y que se presenta a las elecciones enseñando el estandarte del 15-M. Esto ya ha tenido consecuencias, ya que extrañamente la Junta Electoral Central se ha negado a que tenga un espacio electoral propio en TVE como los demás partidos. ¿Miedo a la llegada de un nuevo partido? Pero sin duda lo que puede tener más consecuencias en el comportamiento electoral es el cese de la actividad terrorista de ETA.

ETA en las elecciones
El pasado 20n de octubre ETA anunció el “cese definitivo de la actividad armada”, un anuncio histórico por su contenido y su forma, ya que es la primera vez en su historia que ETA anuncia el fin de su actividad terrorista de forma definitiva y sin exigir, al menos públicamente, ninguna gestión política a cambio. Aunque resulta evidente que la debilidad operativa de ETA ha resultado crucial para que tome esta decisión, el  momento y la forma del anuncio demuestran que los responsables de comunicación de la banda continúan en plena forma a la hora de manejar los tiempos en la agenda política.

Con el anuncio a un mes exacto de las elecciones ETA ha lanzado un órdago importante sabiendo que monopolizará la campaña electoral y condicionará al nuevo Gobierno después del 20-N. No está mal para una organización que, como se ha repetido infinidad de veces estos días, prácticamente está compuesta por presos y cuyas bases sociales, la llamada izquierda abertzale, ha manifestado públicamente en multitud de ocasiones su rechazo a la violencia –seguramente no desde un punto de vista moral, sino como instrumento de presión política.

Los resultados electorales de Bildu el pasado 22 de mayo, cuando la izquierda abertzale cosechó su mayor éxito electoral de la historia, ha dado la razón a este planteamiento, por lo que no se podría descartar un fuerte apoyo electoral a su marca el 20-N y hasta la creación de un grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados, el posible núcleo de la presencia institucional de la izquierda abertzale en su nuevo papel de actor político “normalizado”.

Consecuencias para los grandes partidos
España es un Estado cuyo sistema político favorece el bipartidismo entre PP y PSOE. Por eso una de las cuestiones que no se pone en duda es que el próximo presidente del Gobierno será Mariano Rajoy o Alfredo Pérez Rubalcaba. Seguramente el primero alcance la Moncloa ya que, a pesar de las variables arriba indicadas, la crisis económica sigue siendo la gran protagonista. Rajoy ha mantenido un perfil muy bajo en la precampaña y no se ha quemado con propuestas de difícil credibilidad y aplicación.

En cambio Rubalcaba no ha conseguido deshacerse de su imagen de miembro del actual Gobierno y por lo tanto parte de la administración a la que se responsabiliza de la actual situación. Además, no ha sido capaz de que sus propuestas –en muchos casos diametralmente opuestas con las acciones del Gobierno- resulten creíbles a la mayoría del electorado.

Una de las cuestiones más interesantes de esta cita electoral será la merma que sufran los grandes partidos a favor de los pequeños y la composición de la Cámara en la próxima legislatura. No se romperá el bipartidismo, pero es posible que la pérdida de escaños proporcional sea un fenómeno común para PP y PSOE (más para el segundo que para el primero) y que los ‘pequeños’ puedan sacar tajada, ya sea creciendo en número de diputados (IU y UPyD, principalmente) e incluso que puedan entrar en el Congreso de los Diputados (Equo y la izquierda abertzale).

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, en lo básico, con lo que aquí se dice:
    1. El resultado de las elecciones es previsible
    2. Mariano gana por amplia mayoría (espero que no sea absoluta).
    3. Deseo que Equo obtenga apoyo de los electores y desaría que los suficientes para formar grupo parlamentario.
    4, En cuanto a IU, formación a la que he votado en alguna ocasión, lo mejor que podría hacer es integrarse en equo.
    Un saludo: emilio
    http://lacomunidad.elpais.com/efurom1

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  2. Efectivamente, además de los dos grandes partidos (que evidentemente son los que mayores/únicas posibilidades tienen de gobernar) se está produciendo un cambio en el panorama de los pequeños partidos, en el que empiezan a entrar en los parlamentos fuerzas políticas minoritarias pero con discurso/proyección nacional frente a los partidos nacionalistas. ¿Esto significa que la sociedad española está madurando políticamente? o que ¿los partidos mayoritarios están fracasando lentamente?

    Muchas gracias por tu comentario y un abrazo

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  3. os recomiendo un libro del siempre interesante sociólogo frances emmanuel todd. se titula "despues de la democracia". creo que la democracia tal y como la conocemos hoy es un sistema que ya no da mas de sí. es cuestión de tiempo, pero probablemente veremos su caida. de hecho, ya se está produciendo su declive y los gobiernos y políticos hace ya tiempo que dejaron de gobernar para el pueblo.

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  4. Hola Paco. Gracias por la recomendación. He oído hablar del libro, es muy interesante. No sé si estamos en plena época de cambios en nuestro sistema político. Para ello tendría que existir una alternativa clara y atractiva para muchos. Eso existía hace 100 años, ahora no. Me temo que la gente sabe lo que no quiere, pero no se pondría de acuerdo en cómo y por qué sustituirlo. La democracia parlamentaria sigue siendo, a pesar de todo, el sistema más atractivo para la mayoría, a falta de alternativas insisto.

    Un saludo y gracias por tu comentario

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