domingo, 17 de noviembre de 2013

LOS FAMOSOS EN LA POLÍTICA ESPAÑOLA

No es muy habitual que los famosos españoles se "mojen" apoyando explícitamente a algún partido político. Sin embargo, su imagen y su popularidad entre el electorado les convierten en objetivos muy codiciados para los partidos. A continuación les ofrezco algunos ejemplos curiosos de vídeos de apoyos explícitos de actores, escritores o cantantes muy famosos en España en campañas electorales. 



Estos ejemplos se limitan a los partidos de izquierda ya que he sido incapaz de encontrar algún vídeo de famosos apoyando la campaña electoral del Partido Popular, aunque seguro que los hay.   




PSOE

Campaña electoral de las generales de 1996



Campaña electoral de las generales de 2008:




Izquierda Unida

Campaña electoral de las generales de 2011





domingo, 10 de noviembre de 2013

UPyD ¿HA ENCONTRADO SU ESPACIO IDEOLÓGICO?

¿A quién representa el partido de Rosa Díez? Este partido de corta existencia se encuentra según las encuestas en una posición en la que aspira a influir en las futuras composiciones de gobierno a todos los niveles: local, regional e incluso nacional. Esa posición se debe a un crecimiento en la intención de voto se mediante un discurso diseñado para captar el mayor número de votos de otros partidos, primero del PSOE y ahora del PP. ¿Quién vota hoy a UPyD? ¿Ha encontrado ya su espacio ideológico?

Los pasados 1, 2 y 3 de noviembre UPyD celebró su II Congreso que finalizó con el mensaje claro de su líder Rosa Díez de que están dispuestos a gobernar: “Hemos hecho una tarea muy importante para preparar el partido para gobernar, para ser un instrumento de gobierno, no dentro de mucho, sino dentro de muy poco tiempo”, dijo. El mismo día en el que comenzaba su evento, UPyD quiso dejar clara su influencia entre los demás partidos a pesar de su pequeña representación institucional y anunció que ponía fin a su apoyo al gobierno socialista de Asturias.

También sacó pecho sobre su reciente iniciativa en el Congreso de los Diputados sobre la defensa de la unidad de España y la manera de cómo PP y PSOE tuvieron que seguirle el juego, provocando un duro conflicto entre el PSOE y el PSC: “Este grupo de cinco diputados ha tomado de la solapa a los dos principales partidos y ha conseguido que 286 diputados digan que la unidad de la nación es indisoluble”, afirmó una Rosa Díez visiblemente muy satisfecha y que presumió de coherencia: “Hoy puedo decir con orgullo en nombre de todo el partido que somos lo que decimos, decimos lo que hacemos y que somos lo que hacemos”. Ahora sólo falta saber ¿quiénes son esos votantes? Y ¿qué es lo que dice, hace y es UPyD?


Estancamiento en las encuestas
El último Barómetro del CIS, el de octubre de 2013, arroja un poco de agua fría en el optimismo desbocado de UPyD. Aunque esta encuesta le da un 7,7% de intención de voto, que sigue siendo bastante más que el 4,69% de los votos conseguidos en las elecciones generales de 2011, es sólo un 0,4% más que en octubre de hace un año. Es decir, según el CIS, UPyD está estancada. Sus votantes son los mismos que hace un año, al menos en número. Además, si se mide la intención de voto directa, es decir cuando se pregunta al encuestado directamente por qué partido va a votar y cuál es el que mayor simpatía le despierta, UPyD baja hasta el 6%.  

Fuente: El País


Otra encuesta recientemente publicada, la del Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales para la revista Temas,  observa también un estancamiento en la intención de voto a UPyD. En este caso, los resultados serían un poco peores, entre un 7,2% en caso de baja participación electoral, y de un 6,8% en caso de que la participación sea alta. Hace un año, esta encuesta le daba a UPyD un resultado mejor: entre un 7,8% y un 8,9%. Esta ligera bajada de los datos de UPyD en el último año, a pesar de que las condiciones siguen siendo las mismas (crisis económica, desconfianza hacia los partidos tradicionales, etc.), hace que este estudio afirme que “este partido puede estar llegando a su tope de posibilidades políticas efectivas en torno al 6/7%”

Encuesta del Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales para la revista Temas.


De camino hacia el centro-derecha
UPyD puede estar dejando de crecer y puede que se haya estabilizado entre un tipo concreto de electorado. Según las encuestas, ese electorado vendría, sobre todo, del PP, un partido que está sufriendo una sangría impresionante de apoyos desde su mayoría absoluta en 2011. Según el estudio para la revista Temas, “los votos que pierde el PP no van a parar a un solo partido, aunque UPyD crece de manera apreciable en los espacios de centro”. Es decir, este partido se está beneficiando de la huída de votos del PP. Por lo tanto, ¿se está convirtiendo UPyD en una formación de centro derecha?

Así lo ve el Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales, que asegura que “los espacios de centro-centro es donde está penetrando UPyD, que ya tiene la mayoría de los apoyos en los espacios del 4 y del 5, con una creciente inflexión hacia los espacios situados en el centro derecha del espectro político”. Es decir, si el espectro ideológico español se midiera de uno a 10, siendo 10 la ultraizquierda y 1 la ultraderecha, la mayoría de la población situaría a UPyD en el 4,78, y a su líder Rosa Díez en el 4,98. Es decir, en el centro ligeramente escorado a la derecha.

Sin embargo, curiosamente, los votantes de UPyD sitúan a su partido en el 5,42, es decir, en el centro pero ligeramente escorado hacia la izquierda. ¿Es esta percepción un resto de tiempos pasados? Podría ser. Antes de las elecciones de 2011, UPyD se presentaba como una alternativa a un PSOE en el Gobierno muy desgastado y en ello tuvo mucho que ver el origen socialista de la propia Rosa Díez. Esto atrajo a muchos votantes socialistas, seducidos por un discurso centrado en la justicia social presuntamente herida por el PSOE y la profundización en los valores democráticos. Esto tuvo sus consecuencias en la percepción que se tenía de esta formación. Por ejemplo en 2010, los seguidores de este partido se atribuían un 6,25 en la escala, es decir, claramente en el centro izquierda.

Desde entonces, UPyD ha ido “derechizando” su imagen hasta llegar al 5,42 actual entre sus votantes y al 4,78 entre el resto de la población. La imagen de Rosa Díez vive el mismo proceso, ya que si hoy se la ubica en el mismo centro (4,98), hace un año se le situaba más hacia la izquierda, en el 5,98.

Es decir, UPyD no crece en intención de voto, pero en el margen en el que lo hace, su camino es hacia la derecha. ¿Es como simple consecuencia de su estrategia de caza de votantes de un PP malherido? O ¿se trata de una consecuencia lógica de un partido con un discurso de derechas?

Seguramente se trate de una combinación de ambos factores. Por un lado, UPyD trata de hacer leña del árbol caído de la crisis del PP, de la misma forma que se benefició en 2011 de la crisis del PSOE. Pero también es cierto que entre su acervo ideológico se encuentra en lugar muy destacado la defensa de la unidad de España y el enfrentamiento con los nacionalismos, hoy sobre todo con el catalán en pleno conflicto soberanista, y una posición dura con respecto a los presos de ETA. Son discursos muy aptos para pescar en el caladero del PP, a los que se suman gestos como el fin del apoyo al gobierno socialista en Asturias y el discurso ‘estándar’ de crítica a ambos partidos grandes, ya que el de Díez insiste constantemente en ser “diferente” y acusa a PP y a PSOE de ser los responsables de la crisis.  


¿Ha venido UPyD para quedarse?
Precisamente la crisis es la que ha hecho posible la eclosión de UPyD y su irrupción en el sistema político español. No tanto la crisis económica, como la crisis de confianza en los partidos políticos mayoritarios y en las instituciones políticas. UPyD se presenta como el partido de la transparencia, contra el derroche y de la participación democrática. Precisamente las demandas clave de buena parte de la ciudadanía desencantada con el sistema político español nacido en la Transición. UPyD es un partido actual, sin pasado orgánico. ¿Podría ser esa una de las claves de su éxito?

Los politólogos Rokkan y Lipset divulgaron en los años 60 el concepto de clivaje, un anglicismo que quiere decir “fisura” o “escisión”, y con el que trataron de analizar el surgimiento de los partidos políticos. Simplificando bastante la explicación de esta teoría, estos científicos pensaban que los partidos surgían como consecuencia de la existencia de conflictos sociales. Así, por ejemplo, del conflicto campo-ciudad surgieron los partidos agrarios; del conflicto entre trabajadores y propietarios de las fábricas surgieron los partidos socialistas; de los conflictos entre el Estado y la Iglesia surgieron los partidos cristianodemócratas; del conflicto centro-periferia nacieron los partidos nacionalistas; etc.  

Cabe preguntarse si UPyD ha nacido de un clivaje. ¿Es la consecuencia de la demanda de una parte de la ciudadanía descontenta con el sistema de partidos anterior a la crisis? Si fuera así habrá partido magenta para rato, ya que habría encontrado su sitio en un sistema de partidos al que no le ha quedado más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas demandas políticas. Es lo que opina Rosa Díez, que está convencida de que su partido ha llegado para quedarse. Por eso se presenta como la llave para dar y quitar gobiernos (como en Asturias), y en definitiva, como un actor fundamental en el sistema de partidos que tanto critica. La pregunta es si su sitio en el espectro de partidos es el centro derecha.

Todavía es pronto para saberlo, pero parece que este es el caso. UPyD se encuentra sumergido en el segundo ciclo político desde su fundación. En el primero (hasta 2011) se presentó como un partido progresista con el objetivo de cazar votos entre el electorado socialista, y en el segundo (desde 2011) defiende un discurso conservador para atraer a los votantes del PP. Como consecuencia UPyD aparece cada vez más como un partido de centro derecha, y parece que en este proceso está consiguiendo hacerse un hueco en el sistema de partidos, pero a costa de haber alcanzado su techo de intención de voto con un 6-7%. Puede estar allí mucho tiempo, sobre todo porque UPyD va en dirección contraria a la tendencia general en la sociedad española que es de avance hacia posiciones de izquierda (en 2013 la media de ubicación de los españoles en el espectro ideológico es de 6,12, es decir, de izquierda moderada, según el Grupo de Estudio sobre Tendencias Sociales).


Es decir, puede que UPyD consiga muchos votos pescando en el caladero del PP que le permitan jugar un intenso papel institucional en el futuro, pero eso le posiciona como un partido de centro derecha, una ubicación ideológica que no podrá abandonar a corto o medio plazo si no quiere perder su credibilidad entre sus nuevos votantes y en la sociedad en general. Ahí radica el problema para UPyD: esos votos serán menos de los que habría podido conseguir si hubiera persistido en continuar su primer impulso y hubiera seguido compitiendo por los votantes de izquierda moderada, ya que esa es la tendencia ideológica de la mayoría de la población.    

viernes, 1 de noviembre de 2013

LA CONSTANCIA DEL MENSAJE DE ESQUERRA

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) lo tiene claro desde hace mucho tiempo y así lo traslada en su mensaje: busca la independencia catalana y se presenta como un partido que defiende la justicia social. Independencia y estado social, un mensaje sólido que esta formación lleva defendiendo sin cambios ni virages desde hace más de diez años cuando dio el salto de ser un partido minoritario a socio de gobierno de la Generalitat. Hoy es otra vez el partido que sostiene al gobierno y el que mayor intención de voto atesora. Es la consecuencia de una constancia en el mensaje prácticamente inédita en el sistema de partidos español.    



Hace 14 años ERC era un partido minoritario. En las elecciones catalanas de 1999 consiguió 271.173 votos, el 8,67% del total. Era la cuarta formación política con 12 escaños en el Parlament. Cuatro años después pegó el gran salto. En 2003 consiguió 544.324 votos, el 16,5%, duplicando su resultado anterior y pasando a ser la tercera fuerza política. Desde entonces no ha perdido fuelle (excepto en 2010, cuando bajó al 7% con sólo 10 diputados tras salir de su experiencia en la Generalitat). En las elecciones catalanas de 2012, ERC alcanzó hasta ahora su mejor posición. Aunque con 498.124 votos, el 13,70%, consiguió menos que en 2003, fue suficiente para ser la segunda fuerza política catalana con 21 diputados. Pero el ascenso no se ha frenado todavía. Según una encuesta de GESOP publicada por El Periódico el pasado mes de octubre, ERC sería el partido más votado de Cataluña con entre 36 y 38 escaños, superando a CiU que conseguiría entre 31 y 32 escaños. Es el único partido en ascenso. ¿Por qué?

Según las últimas encuestas, más de la mitad de los catalanes está a favor de la independencia. ¿Es como consecuencia del impacto del mensaje de ERC? ¿Es consecuencia de otras variables? ¿Es una suma de varias circunstancias? Probablemente esto último. Sin embargo, este auge del sentimiento independentista está marcando la agenda política catalana pidiendo un referéndum sobre la continuidad de Cataluña en España, lo que ha llegado incluso a desafiar el actual marco normativo territorial español de una manera desconocida desde que Lluís Companys proclamó la república catalana en 1934. Todos los partidos catalanes han tenido que ajustar sus discursos y programas a esta nueva realidad, excepto ERC que ya lo incluía en su agenda, lo que, seguramente, le confiere a este partido una credibilidad independentista y nacionalista entre el electorado de la que carecen las demás fuerzas políticas.  

ERC es uno de los pocos partidos que ha mantenido la constancia en su mensaje, tanto en el gobierno como en la oposición. Ese mensaje es muy sencillo: quieren la independencia y un estado que defienda la justicia social. Nacionalismo y socialismo, los dos mensajes aparentemente contradictorios que ofrecían CiU y PSC se aúnan en ERC en una mezcla muy eficaz.


2003: España vs Cataluña

La vertiente nacionalista/independentista del mensaje de Esquerra ya se refería en 2003 a la presunta "explotación española" de las riquezas catalanas, lo que habría tenido como consecuencia una situación económica de Cataluña muy por detrás de sus posibilidades con respecto a lo que podría conseguir si fuera independiente. Es decir, hace una década ERC ya decía lo que el actual gobierno de CiU lleva diciendo desde hace pocos años y lo que ya es una percepción ampliamente compartida en la sociedad catalana. Es un mensaje sencillo y eficaz, que poco a poco y debido a su constancia, ha calado y ahora marca la agenda política.

Ese mensaje se veía reforzado por la presencia entonces del PP en el gobierno central. El mensaje nacionalista español del Gobierno de José María Aznar, muy eficaz para movilizar el voto en el interior del país, conseguía movilizar a su vez a sus contrarios en las regiones periféricas, poniendo en marcha una espiral de radicalización en las percepciones nacionalistas que, desde entonces, se han ido retroalimentando. ERC aprovechó esta circunstancia para movilizar así un voto de rechazo con el objetivo de capitalizarlo, lo que consiguió sobradamente si se observan los votos cosechados desde entonces.

A continuación dejo dos vídeos que son buenos ejemplos de esta identificación que hacía ERC de España=PP hace ya una década:
Espot de ERC en las elecciones municipales de 2003



Espot de ERC en las elecciones generales de 2004




La colaboración de ERC en el gobierno de la Generalitat entre 2003 y 2010, que coincidió prácticamente en el tiempo con un gobierno central socialista, no impidió que ERC siguiera insistiendo con su mensaje independentista. La presencia de presidentes socialistas en la Generalitat y en La Moncloa suavizaron bastante el conflicto centro-periferia en Cataluña, aunque no en el resto de España (por ejemplo en Madrid) debido a las resistencias por parte del PP al nuevo estatuto de autonomía de Cataluña promovido por el tripartito catalán (PSC, ICV y ERC) y tolerado por el Gobierno central de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Es decir, en esa etapa ya no había oportunidad para ERC de movilizar a su electorado con un mensaje de defensa frente a un presunto "ataque" español a los intereses de Cataluña. Sin embargo, aún así ERC persistía en su mensaje en favor de la independencia, como demuestra este vídeo electoral de 2008:    





Después de las elecciones de 2011

La situación volvió a cambiar a partir de finales de 2011 con la abrumadora victoria electoral del PP y la crisis económica. Desde entonces ERC ha recuperado su discurso de conflicto España-Cataluña, al que ha añadido la dimensión social, muy demandada por la ciudadanía. Ahonda en la idea de que Cataluña sufre económicamente la "explotación" por parte de una España que le es hostil. Este mensaje es el mismo que hace una década y posiciona a ERC una vez más claramente a favor de la independencia, como lleva haciendo desde siempre. sin embargo, la diferencia es que esta vez presenta la independencia como una necesidad para el bienestar social de los catalanes.

Este mensaje, en el actual contexto demoscópico favorable a la independencia, sitúa a ERC en una situación mucho mejor con respecto a los partidos que tradicionalmente se han identificado fuera del discurso nacionalista, como el PP y el PSC. Pero a esto se une, además, la demanda de un mensaje de justicia social que diferencia a ERC de CiU dentro del campo nacionalista. Es decir, ERC es creíble como partido independentista y como partido defensor de la justicia social.

Estos son dos ejemplos recientes del mensaje ERC y que tanto está calando en la sociedad catalana:


Vídeo elecciones catalanas 2012



Campaña en junio de 2013, "¿Cómo te imaginas la república catalana?"




Independencia y justicia social son el eje del mensaje de ERC y probablemente la causa de su actual auge político. La diferencia con otros partidos que también presentan estos mensajes es que ERC es creíble ante el electorado porque defiende un mensaje que ya lleva repitiendo desde hace muchos años. Esa persistencia en el mensaje le ha permitido a ERC gozar de una percepción de coherencia entre la sociedad catalana de la que carecen las demás fuerzas políticas, cuya credibilidad está muy golpeada por la crisis, como ocurre en el resto del territorio español. 

Es decir, ERC vive ahora un momento dulce después de muchos años de duro y persistente trabajo de comunicación. Falta ahora conocer si ese trabajo acabará por tener éxito definitivamente y conducir al nacimiento de la República Catalana.