miércoles, 20 de marzo de 2013

CHINA HACE NEGOCIO CON LA ESCALADA ENTRE INDIA Y PAKISTÁN


El pasado 18 de marzo el prestigioso Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) anunció que China ha desbancado al Reino Unido en el grupo de mayores exportadores de armas convencionales del mundo. China ocupa ahora el quinto puesto, una posición que se ve reforzada por un aumento constante en el gasto armamentístico en los últimos años y, sobre todo, se ha hecho posible debido a la compra de armas de su aliado tradicional Pakistán, en plena carrera armamentística con India.

El Reino Unido ha sido desbancado por China como uno de los mayores exportadores de armas del mundo. Todo un símbolo del cambio revolucionario que están experimentando las relaciones internacionales en las últimas décadas. China ya no es el enorme estado dormido que fue vencido en el S.XIX por la moderna máquina militar europea propia de la Revolución Industrial. Los tiempos de las Guerras del Opio han pasado definitivamente. Ahora la economía de China no solamente continúa creciendo espectacularmente cada año –a pesar de un cierto retroceso en 2012-, sino que también lo hace su capacidad armamentística.

Según datos del SIPRI –siempre estimados debido a la opacidad gubernamental-, en 2011 (año del último dato) China gastó 143 billones de dólares (93 billones, según datos oficiales) en armas. Se trata de un aumento espectacular desde 2002, año en el que gastó 47,8 billones de dólares. Se trata de un incremento del 300% del gasto militar que ha convertido a China en el segundo país en gasto militar del mundo, sólo detrás de los EEUU, cuando en 2002 era el quinto. De hecho, China es hoy el segundo país que más armas importa del mundo (un 6% del total), sólo por detrás de India.    

Fuente: SIPRI
Pero este gasto militar se está convirtiendo también en un negocio rentable, ya que China se ha convertido en el quinto país exportador de armamento convencional con el 5% del volumen total de exportaciones globales, por detrás de EEUU (30%), Rusia (26%), Alemania (7%) y Francia (6%). Los chinos han logrado desbancar al Reino Unido del Top Five mundial y supone la primera vez de que una potencia asiática se coloca entre la élite de los vendedores de armas, un negocio multimillonario. De hecho, el volumen de las exportaciones de armas chinas ha crecido un 162% desde 2003.

Estos datos son más que reveladores sobre la situación geopolítica en Asia. ¿Quién compra las armas chinas?

Carrera armamentística en el subcontinente indio

Según el SIPRI, el mayor comprador de armas chinas es Pakistán, que en el periodo 2008 – 2012 se ha consolidado como el tercer mayor consumidor de armas del mundo, con un total del 5% de las compras globales. Pakistán es un aliado tradicional de China frente a India que, hay que recordar, es el mayor comprador de armas del mundo, con un volumen del 12% del total global. Se está produciendo una verdadera carrera armamentística en el subcontinente indio.
 
Por ejemplo, Pakistán ha aumentado en 1.000 millones de dólares el gasto militar: si en 2001 presupuestó 4.487 millones de dólares, en 2011 se gastó 5.685 millones. Una respuesta contundente para un país pobre pero que compite con un enemigo poderoso: India gastó en 2011 la friolera de 44.282 millones de dólares en armas, una escalada impresionante en una década, ya que en 2001 gastó 26.741 millones.

Pakistán está tratando de mantener el ritmo de la carrera armamentística con India. Pero lo tiene muy difícil, ya que India pertenece al selecto grupo de las economías emergentes apodadas BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con un crecimiento de su economía de en torno al 9% y 8% entre 2010 y 2011  (aunque se ha enfriado a valores entre 5% y 6% en los últimos meses), frente  a un crecimiento de la economía pakistaní del 3,7% de su PIB en 2012. Es decir, India tiene bastante más dinero para gastar en armamento que su vecino, a lo que hay que sumar en  torno a 1.000 millones de habitantes más (1.200 millones de indios frente a 200 millones de pakistaníes).
  
Es decir, los recursos indios son bastante superiores a los de un Pakistán que se siente acorralado, y más después de que su vecino Afganistán firmara hace un año y medio un tratado estratégico con India. Pakistán –cuyo gobierno apoyó a los talibanes en su subida al poder en Afganistán en los años 90 y que se cree que sigue apoyándolos- cuenta con su vecino occidental como “hinterland” estratégico en caso de guerra convencional con India. Es lógico, teniendo en cuenta que Pakistán se basa prácticamente en el valle del Indo, difícilmente defendible ante un hipotético ataque del ejército de la India.

Pero el gobierno afgano ahora es aliado de India –por el más que evidente apoyo pakistaní a sus enemigos talibanes-, lo que está incrementando la sensación de asedio de Pakistán que apuesta cada vez más por el poder de persuasión de su arsenal nuclear para evitar un posible ataque.

Las aguas bajan turbias en el subcontinente indio desde 1947, el año de la independencia de India y Pakistán. Desde entonces, una serie de guerras y el enfrentamiento por Cachemira han hecho muy difícil el entendimiento entre ambos países. La carrera armamentística demuestra que todavía queda conflicto a largo plazo.