miércoles, 22 de agosto de 2012

¿HABRÁ INTERVENCIÓN MILITAR EN SIRIA?

El presidente de los EEUU, Barack Obama, ha amenazado o advertido –según se mire- al gobierno sirio de que el uso de armas químicas le haría, textualmente, “cambiar mis cálculos” sobre el conflicto que lleva ya año y medio asolando el país de Oriente Próximo. Estas palabras coinciden en un momento en el que los soldados de El Asad se están recuperando. ¿Significa esto que, al igual que pasó en Libia, la OTAN no descarta intervenir militarmente en la zona en ayuda de los rebeldes?  
“Se lo hemos dejado muy claro al régimen de El Asad y a otros actores en la región. Para nosotros se llegaría a un límite si empezamos a ver movimiento o uso de armas químicas. Eso haría cambiar mis cálculos”. Barack Obama ha movido ficha en la guerra civil enSiria, la primera vez que desde marzo del año pasado comenzara con las primeras protestas contra el régimen de El Asad. La pregunta que surge es si estas declaraciones son el preludio de una espiral diplomática que desembocará en la intervención de Occidente en Siria en ayuda de los rebeldes.
 
 

El Consejo de Seguridad de la ONU.
En caso de producirse esta intervención, deberá hacerse inevitablemente al margen del mandato de la ONU, ya que Rusia y China –ambos con derecho a veto- llevan meses impidiendo que el Consejo de seguridad condene o apruebe acciones reales contra el Asad. Sin embargo, la historia reciente demuestra que a los EEUU les importa poco contar con mandato de Naciones Unidas para encabezar ataques: en 1999 los bombardeos de Yugoslavia y en 2003 la invasión de Irak no contaron con la legitimidad del Derecho internacional. Prevaleció el de las armas.


El guión parece ya establecido y muy familiar. Los medios occidentales llevan semanas alertando sobre el supuesto peligro del uso de armas químicas –en Irak fueron de destrucción masiva- por parte de un régimen aparentemente arrinconado y condenado a sucumbir. Sería, advierten, un intento desesperado por vencer a los rebeldes. Sin embargo, parece que el ejército de El Asad está recomponiendo su situación militar en Damasco y en Alepo después de los desastres de hace un mes, entre ellos el espectacular atentado que decapitó la cúpula militar. Y está recuperando el terreno perdido sin armas químicas.


¿Ayuda a los rebeldes?

Es precisamente en este momento en el que El Asad está recuperándose en el plano militar que surge el aparente peligro químico sirio y las amenazas de Obama. ¿Coincidencia? Hace tan sólo un año y medio, casi a la par que comenzaba la insurrección en Siria, la OTAN comenzó a apoyar desde el aire a los rebeldes de Libia que estaban siendo derrotados poco a poco por Gadafi. Aunque esta vez legitimada por la ONU. Meses después empresas francesas y británicas pugnaban por lucrativos contratos petrolíferos y gasísiticos con las nuevas autoridades de Trípoli a las que habían ayudado a llegar al poder.


Oriente Próximo y Medio.
Sin embargo, en Siria la situación es bastante más sensible. Carece de materias primas, pero es geopolíticamente vital. Tiene frontera con todos los actores de Oriente Medio: Turquía, Irak, Jordania, Líbano e Israel. Durante décadas ha sido uno de los abanderados en la lucha por la liberación de Palestina –al menos en su discurso-, aliado de la URSS y hostil a la hegemonía de los EEUU en la zona que ahora tienen la oportunidad de librarse de este molesto actor. Con Sadam Hussein muerto y Jordania en buenas relaciones con Israel, el fin del régimen de El Asad podría ser una manera de abrir el “frente norte” de Israel.

Los “nuevos cálculos Obama” podrían pasar por que tras el fin de El Asad se establecería un gobierno sirio que podría prescindir de su soberanía sobre los Altos del Golán –vital para el abastecimiento de agua israelí- y dejar de apoyar a los chiíes de Hezbolá en Líbano. Esto último sería fundamental para que Israel dejara de sentirse amenazada por Irán y dejara de presionar para intervenir militarmente en el país persa para impedir su programa nuclear. Militarmente no es lo mismo intervenir en la pequeña Siria que en el inmenso Irán, y además no haría falta mandar soldados: bastaría con armar debidamente y ofrecer cobertura aérea a los rebeldes. Como en Libia.


Los riesgos
Pero estos cálculos tienen un lado arriesgado. ¿Cómo reaccionarán Rusia y China? Ambas potencias ya han advertido que “no consentirán” una acción unilateral de la OTAN en Siria al margen de la ONU. No dicen, por supuesto, en qué consistiría su reacción, pero no hay que olvidar que Rusia controla la energía que necesita la Unión Europea para vivir y que China está financiando gran parte de su economía maltrecha por la crisis. Dos argumentos de peso que deberían dar de qué penar a los ministerios europeos.


No es que Rusia ni China sean unos ciegos seguidores del Derecho Internacional basado en la legitimidad de la ONU, pero es que en Siria se juegan su prestigio y algo más. Si la OTAN ataca Siria, los EEUU entrarían en el único país de Oriente Medio en el que carecen de influencia. Sería la conquista definitiva del tablero por parte de los americanos que, una vez más, impondrían su voluntad a través de las armas.

Bashar El Asad.
En este sentido, surge una nueva cuestión: ¿Pueden los EEUU permitirse atacar Siria? Acaban de sufrir una derrota humillante en Irak, y en Afganistán están gestionando la siguiente. El coste económico sería importante, por ello necesitaría de la participación de sus socios europeos en la OTAN para dividirse en coste del ataque. Esto es problemático por la influencia de China y Rusia en las economías europeas y, simplemente, porque Europa no está para grandes gastos militares para favorecer a su aliado.

A EEUU sí le interesa intervenir porque así reforzaría su presencia en la zona, vital ante un futuro incierto con respecto a Irán: Teherán tendría un aliado menos. Y sobre todo, para cerrar el anillo en torno al gran aliado y pieza geopolítica y económica fundamental de los EEUU en la zona y en el mundo: Arabia Saudí. Según el New York Times, los EEUU han incrementado considerablemente su importación de petróleo del Golfo Pérsico y se trata de protegerlo.



En EEUU llevan tiempo preparando el escenario de una posible intervención al margen de un mandato de la ONU. El prestigioso e importante Think Tank “Council on Foreign Relations” ya publicó el pasado 19 de julio un artículo en el que defendía que la ONU no debía tener el monopolio de la legitimidad internacional y que esta podía, perfectamente, ser ejercida por la OTAN. ¿Una premonición?



Sin embargo, el elemento que escapa del posible 'cálculo’ de Obama y que es fundamental es el carácter de los rebeldes sirios. ¿Quiénes son? ¿Qué buscan? ¿Cómo gobernarían? Por el momento las noticias desde los territorios controlados por ello son contradictorias: por un lado se habla de personas que al hilo de la primavera árabe quieren vivir en libertad y en un país democrático, pero por otro se habla de fundamentalistas islámicos que imponen la Sharía y cometen crímenes de guerra.


¿Este es el socio con el que cuenta Obama para el futuro de Siria?